La historia de las Sociedades Bíblicas en España y en el mundo no se podría contar sin mencionar la historia de los Colportores. Así se llamaba a aquellos legendarios distribuidores de la Semilla bendita que recorrían pueblo tras pueblo con las Sagradas Escrituras, sufriendo todo tipo de embates, como muy bien narra de forma novelada la pluma de Máximo García Ruiz en su libro La Biblia perseguida editado por Sociedad Bíblica.
El 7 de marzo de 1804 tuvo lugar en Londres la fundación de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (SBBE). Era el comienzo de una nueva era en la que la traducción y distribución de la Biblia a las lenguas del mundo sería elemento fundamental e indiscutible para la obra misionera que, a comienzos del siglo diecinueve, entraba en uno de sus períodos de mayor apogeo en el movimiento protestante europeo.
El impulso misionero de la SBBE llegaría a la península ibérica cuando al año siguiente de su fundación se distribuyen Nuevos Testamentos en Portugal y en España. Entre 1805 y 1836, la labor de la SBBE en tierras españolas será intermitente, distribuyendo ejemplares de las Sagradas Escrituras en diferentes lugares y aprovechando circunstancias de viajeros ocasionales y/o misioneros que pasan un tiempo en España.
Si bien desde 1805 y hasta nuestros días han transcurrido más de doscientos años en los que las Sociedades Bíblicas trabajan en España en la traducción y difusión de la Biblia, será en 1836 cuando la Sociedad Bíblica se establece de modo permanente e ininterrumpido en nuestro país hasta el día de hoy, con la llegada de Jorge Borrow como primer agente oficial de la SBBE en España. Se cumplen pues en 2016, nada más y nada menos que, 180 años de historia de la que podríamos denominar Sociedad Bíblica de España, siendo pues la Sociedad Bíblica la entidad evangélica de mayor historia y arraigo en nuestro país.
En esta sección incluimos algunas microhistorias recogidas en el libro “La Biblia perseguida” disponible en nuestra tienda online todobiblia.com.
Conocido en suelo hispano como don Jorgito, mitad misionero y mitad bohemio, o si se prefiere, mitad gentleman y mitad gitano, cuando llega en el año 1836 como enviado de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, dispuesto a sembrar de Biblias los pueblos y aldeas de este país que le asombra y enamora a partes iguales.
[Extracto “La Biblia perseguida”]