Oramos por la paz, en medio del dolor
El conflicto que sacude hoy a Oriente Medio no distingue fronteras ni credos: está dejando tras de sí sufrimiento, miedo, incertidumbre y dolor para miles de personas. Lo viven hombres, mujeres, niños, ancianos… familias que duermen en refugios, que oran bajo el estruendo de los misiles, que ven interrumpida su vida cotidiana por el terror de una guerra que no han elegido.
Desde Israel, Palestina, Irán y otros rincones de la región, nuestros hermanos y hermanas de las Sociedades Bíblicas nos comparten un mismo clamor: oren por paz, por protección, por sabiduría, por amor en medio del miedo. Equipos que siguen trabajando, familias que oran en casa al no poder asistir a la iglesia, líderes que piden fortaleza y serenidad en medio de la tensión. No hablamos de cifras ni titulares: hablamos de vidas, de fe bajo presión, de personas que siguen aferradas a la esperanza.
Este es un llamado a orar.
A orar por los que sufren. Por los que temen. Por los que toman decisiones.
Por los que intentan ser luz en medio de la oscuridad.
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”
(Mateo 5:9)
Oramos por:
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La paz y la protección de toda la región: por judíos, árabes, iraníes y todas las personas atrapadas en el conflicto.
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La sabiduría y la humanidad de los líderes políticos y militares que deciden el rumbo de los acontecimientos.
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El personal de las Sociedades Bíblicas en la zona, que sigue sirviendo en condiciones de peligro, ansiedad y fatiga.
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Que la Iglesia —allí y aquí— sea una voz de esperanza, reconciliación y compasión en medio de tanto dolor.